La palabra “esquilar” se refiere al acto de cortar o quitar la lana o el pelo de un animal lanudo, como una oveja o una cabra. El proceso de esquilar es esencial para mantener la salud y el bienestar de estos animales y, al mismo tiempo, proporciona una materia prima valiosa en forma de lana. El término se asocia con la eliminación de la lana de manera cuidadosa y precisa para garantizar que el animal no resulte herido durante el proceso.
La esquila se lleva a cabo utilizando herramientas especializadas, como máquinas esquiladoras o tijeras de esquilar, y se realiza de manera regular para evitar que el pelo o la lana del animal crezca en exceso y cause problemas de salud o incomodidad. La lana cortada se recoge y se utiliza en la producción de una amplia gama de productos textiles, como prendas de vestir, mantas y alfombras.